miércoles, 17 de junio de 2009

Pierde 20 kilos frente a La Moncloa, pero siguen sin recibirle

Segundo lleva 60 días en huelga de hambre delante del Palacio de La Moncloa esperando una respuesta. Tiene que seguir pagando, como tantas otras familias, por una casa que ya no es suya, sino del banco.

DÍA XXVIII. DeC.

Lleva 60 días en su puerta, como si nada. Le mira al pasar, tan sólo es un ciudadano cualquiera, pero él o no le ve o hace como si no le viera desde su coche. "Serán las lunas tintadas", ironiza Segundo. No es que sea invisible, de hecho los coches que cogen la A-6 desde Ciudad Universitaria le pitan y le gritan apoyándole. Además, los Guardias Civiles que custodian el Palacio de La Moncloa se despiden de él siempre que cambian de turno. "Nos vemos Segundo", "hasta mañana compañeros".
Le pide audiencia diariamente para que le reciba, para contarle su caso. Pero nada. Seguramente ya lo sabe, pero no puede hacer nada, o simplemente no está dispuestos a llevar la contraria a los bancos.
Cuando Segundo se hipotecó con la Caixa le llamó la atención su obra social. Ahora se pregunta dónde se encuentra ésta cuando se ha quedado con su vivienda, pero tiene que seguir pagando el resto de su deuda. Representa a una asociación de embargados de Elche que tiene casi 500 damnificados como él y su familia. Pobres pringadetes que sólo querían una casa. Casi nada, un sueño constitucional.
Pero a este ciudadano nadie le hace caso. Es un abuso y eso le da fuerzas para acampar lejos de su casa y de su hijo, que se muere de ganas por ir a dormir y a pasar calor en plena calle con él. "Pero es demasiado pequeño", se justifica con media sonrisa.
Ya ha perdido 20 kilos y ha tenido varios sustos. De hecho, ha comenzado a tomar algo de azúcar porque los servicios sanitarios amenazan con llevársele. "De aquí o me voy con una solución o me voy camino del cementerio".
Qué crudo. Cuando uno sabe que se va a la guerra, sin armas y con todas las batallas perdidas.

3 comentarios:

Susana dijo...

Vivo muy cerca y soy de las que pasa con el coche todos los días. Ultimamente está con otro hombre y una mujer, y me admira su constancia, las horas muertas pasadas allí. Nunca les he visto una mala cara.
Un abrazo compi.

Ana Delicado Palacios dijo...

Semanas después... ¿qué ha pasado con este tipo?

HellyPo dijo...

Veo que este blog es de hace tiempo, más de 7 meses. Y aún puedo ver a Segundo, solo, cada mañana, sentado frente a su cabaña, saludando a quienes pasan frente a él cada día. O cada noche. Nieve, llueva o haga calor. No entiendo cómo no se le está prestando atención a un hombre tan increíble.