lunes, 27 de septiembre de 2010

Desmontando las tesis contra la huelga

Aquí corto y pego un texto bastante bueno que he encontrado en un foro. Explica mejor que bien los motivos para secundar la huelga y no quedarse en casa o, aún peor, en el trabajo.


El 29 de septiembre de 2010 ha sido convocada una Huelga General en España contra el mayor atropello sufrido en 30 años por los trabajadores.

Los medios de comunicación del sistema, tanto "progresistas" como "conservadores", se han lanzado a una feroz campaña para evitar que la huelga funcione. No les hace ninguna gracia que los trabajadores tengan siquiera una oportunidad para resistir las embestidas que apoyan los dos grandes partidos políticos. Se emiten una y otra vez en los medios de las distintas apariencias ideológicas del poder los engaños de una propaganda fabricada para desposeer aún más a la clase trabajadora sobre la que se ha volcado el peso de una crisis que no ha provocado.

En este texto, quisiera desmontar algunas de las excusas ideológicas que intentan insertar los medios de comunicación en el imaginario popular buscando a los hipócritas, a los egoístas, a los ignorantes: a los esquiroles, que no sirven más que como rémora para la lucha de los trabajadores por evitar que sus derechos les sean arrebatados por los poderosos que ya se ciernen sobre ellos como buitres buscando su ruptura y su desunión.


1. "CCOO y UGT están podridos. No voy a hacer una huelga para que ellos mantengan sus privilegios".

Hacer la Huelga General del 29 de Septiembre no significa que uno apoye a sindicato alguno. Inevitablemente tenemos que pasar por ellos al ser los únicos que pueden convocarla legalmente, pero esto no significa que sea SU lucha ni que se la apropien. Es una lucha de todos los trabajadores, y es nuestro deber apropiarnos de la lucha.

Una Huelga General no consiste en quedarse en casa y dormir. Puedes hacer muchas cosas. Si sientes que serías "cómplice" de UGT y CCOO y no te gustan, puedes hacer huelga sin apoyarles. Puedes ir a sus manifestaciones oficiales con carteles en protesta. Puedes silbarles cuando hablen y cantar contra ellos. Puedes escribir tus propios pasquines. Puedes irte a una de las muchas marchas alternativas que montan otros sindicatos que funcionan de manera diferente, o a las de otras organizaciones. Hay muchas formas de hacer huelga, y hacerla no implica que estés de acuerdo con ningún sindicato.

Sin embargo, si vas a trabajar, vas a darle la razón al Gobierno. Yendo a trabajar, por mucho que despotriques contra el Gobierno en la barra de un bar o en Facebook, estás apoyando al Gobierno. Tu actitud como esquirol es un alto y claro SI, apoyo las medidas de este Gobierno. Apoyo que me quiten derechos como trabajador, que abaraten mi despido equiparando en la práctica el trabajo fijo con el temporal y apoyo que me desprotejan jurídicamente aún más ante el empresario. Si vas a trabajar, estás posicionándote con el Gobierno y sus leyes en contra de la clase trabajadora.

Sin embargo, si vas a la huelga, tú eliges cómo te opones.




2. "Protestamos contra una ley ya aprobada, así que no va a funcionar. El Gobierno ha dicho que no la va a echar atrás."

Ya hemos echado atrás una ley aprobada. En la última Huelga General, en el año 2002.

Entonces, el Partido Popular había aprobado por decreto-ley una serie de medidas que desencadenaron la huelga. La ley ya estaba aprobada, había sucedido en Consejo de Ministros y sin pasar por el Parlamento (por eso se llamó "el Decretazo"), y obviamente Aznar no salió a animar a nadie afirmando que si la Huelga tenía éxito pararían sus medidas. Incluso en TVE se falsificó sistemáticamente la información para hacer creer que no había habido huelga, lo que desembocó en una sentencia que TVE fue obligada a leer parcialmente.

La huelga funcionó, la mayor parte de las medidas fueron retiradas aunque se trataba de una ley aprobada, y dimitió el Ministro de Trabajo.

Esta vez además nos enfrentamos a la intención del Gobierno de implantar más medidas en contra de los que menos tienen. La anunciada reforma de las pensiones y lo que se atrevan a hacer en el futuro va a depender de la fuerza de nuestra protesta. Y los medios afines al Partido Popular están también descargando toda su artillería propagandística contra la huelga: porque viéndose ya ganadores de las próximas elecciones necesitan una desunión de los trabajadores que les permita implantar medidas aún más radicales en contra de los derechos del trabajadores como las que anunciara ya Montoro a principios del verano de 2010 (anulación de los convenios colectivos en momentos de crisis, restricciones al derecho de huelga,...).




3. "La huelga tendría que haberse hecho hace dos años, cuando el paro empezaba a aumentar."

Independientemente de lo desacertado o no de la política continuísta del PSOE en materia económica -indistinguible de la anterior con el PP-, no se le puede hacer una huelga al aire. No se le puede hacer una huelga al paro en sí.

La única manera en la que puede hacerse esto es mediante una Huelga Revolucionaria con la intención de derribar el sistema y cambiarlo, pero la mayor parte de los que utilizan el argumento de este punto no se acercaría ni por asomo a algo así.

El planteamiento de una huelga general surge cuando el Gobierno de España decide tomar medidas contra los trabajadores posicionándose del lado de los empresarios. Hasta principios de 2010, la crisis no había dado lugar por parte del Gobierno a medidas que atacasen a las clases populares. Es en 2010 cuando se congelan las pensiones, se baja el sueldo de los funcionarios, y a continuación se pasa a atacar los derechos de los trabajadores con una "reforma del despido" que acerca el trabajo fijo en inestabilidad a la precariedad dominante. Mientras tanto, no se toma ni una sóla medida que toque a la banca o al empresariado, causantes de la crisis.

Es a partir de la Primavera de 2010 que hay motivo para una Huelga General, para frenar la precarización del trabajo a la que nos lleva un PSOE que ha traicionado a los trabajadores aliándose con quienes quieren utilizar la crisis para extorsionarnos todavía más.



4. Debería hacerse algo distinto. Una movilización al día siguiente convocada por la gente. Un paro de media hora. Un...

Sin duda que la lucha no debería reducirse a un día, pero la mayoría de estas "propuestas" supuestamente alternativas no pasan de brindis al sol que se lleva el viento o el ventilador de un bar, de cosas que quien las dice sabe que no va a hacer en ningún caso.

Lo cierto es que hay una fecha convocada en la que podemos protestar unidos los trabajadores contra el asalto que contra nosotros ha perpetrado el Gobierno de España.

El hecho es que protestar en la barra del bar o en Facebook no va a cambiar nada, e ir a trabajar el 29 de Septiembre sólo le va a dar argumentos -y la razón- al Gobierno.



5. No puedo hacer huelga. No me puedo arriesgar a perder el dinero, o a que me despidan.

Mientras que este probablemente sea el motivo más honesto, sigue teniendo un problema: es pan para hoy y hambre para mañana.

La reforma del despido aprobada por el Gobierno hace que a la empresa le cueste mucho menos despedirte, así que si no lo hace hoy, lo hará mañana. Con esta reforma:

* Mientras que antes una empresa para despedir debía justificar que la medida era necesaria estando en pérdidas, ahora se permite el despido ante cuentas negativas sin tener que justificar nada excepto el estado de las cuentas. En la práctica, el empresario ya no tiene que justificar ante el juez tu despido.

* Lo que es peor, ahora se podrá despedir como simple medida de mejora de la empresa, a juicio del empresario, aún si no tiene pérdidas. Lo que hasta ahora sólo justificaba la mera reorganización o cambio de funciones, o ajustes de horario, pasa a convertirse en causa de despido.

* Se introduce además la figura del "despido preventivo", que es el que se realiza en previsión de que en el futuro la empresa pueda tener problemas.

* El Gobierno subvenciona el despido en los contratos fijos, en los de fomento del empleo estable, y en los de causas objetivas. El Gobierno subvencionará tu despido incluso si es improcedente, e incluso si la propia empresa reconoce que es ilegal. En empresas de menos de 25 trabajadores (el 98% de las empresas españolas), pagará el 40% del despido a 20 días por año. En el resto de contratos nuevos que se hagan, subvencionará 8 días al empresario independientemente de que el despido tenga causa o no.

* En el despido objetivo, aunque no cumpla las garantías del procedimiento y la empresa reconozca que no tiene causa, ya no se puede imponer a la empresa la readmisión del trabajador.

* En resumen: en la práctica, despedir a un trabajador fijo es rebajado a 20 días por año trabajado, de los cuales 8 son financiados por el Estado. Es decir, que de esos 20 días, la empresa paga 12 días por año trabajado, que es exáctamente lo mismo que pagaría de indemnización a un trabajador con contrato temporal, que percibirá a partir de 2015 una indemnización de 12 días por año trabajado. Es decir, en la práctica esta reforma laboral significa que el emplejo fijo es destruído y todos nos convertimos en trabajadores temporales precarios.


Así que quizá ir a trabajar el miércoles 29 te libre de algunos pequeños problemas: pero es un pan para hoy que abre una Caja de Pandora mucho más terrible y que te perseguirá mientras esta reforma criminal contra los derechos del trabajador esté vigente.

Ir a trabajar, es apoyar este decreto y al Gobierno que lo ha aprobado, y abrirle las puertas de par en par al siguiente ataque contra los exiguos derechos del trabajador.

martes, 21 de septiembre de 2010

Motivos para ir a la huelga

DÍA LXIII. DeC.

Una breve explicación de las razones para ir a la huelga. Se me ocurre otra: todas las medidas que un supuesto Gobierno socialista tendría que haber tomado a favor de los trabajadores.