sábado, 24 de octubre de 2009

La pobre de Pajín, sólo cobra 5000 euros, y más


XLIII.DeC.


Tranquilo todo el mundo. Que se paren las tornas fabriles de mileuristas en el mercado laboral. Pajín sólo cobra 5.000 euros al mes, como todo hijo de vecino.
Hay quien ha publicado por ahí, no sin mala baba, que se embolsa unos 15.000 eurillos al mes y la secretaria de Organización del PSOE ha querido desmentirlo.
Por nómina, cobra 5.000 euros. Y nada por ser senadora, porque no la dejan (cosa que también es verdad). Lo que no ha dicho es para decir si rechazaría los emolumentos que le tocarían por sentarse en la Cámara Alta. Además, deja en el aire lo que se le añade como ex secretaria de Estado, que se le ha olvidado sumar.

Toda esta defensa de si misma se ha podido escuchar esta mañana en Onda Cero, con Isabel Gemio, que la ha dejado escapar en una entrevista en la que Pajín también ha querido hacer gala de lo poco tiene: una vivienda de menos de 60 metros cuadrados.
Un patrimonio que no es para tanto, la verdad, aunque cabría preguntarse a qué dedica todo su dinero, porque 5.000 euros (como mínimo) al mes dan para algo más.

En algo hay que darle la razón, van a por ella. Ahora, cuando se pregunta si tiene que "cobrar diferente por ser mujer, por ser joven, por ser socialista o por las tres cosas", porque todos sus antecesores cobraban lo mismo, la respuesta está clara. O se es, o no se es socialista. Pero cobrar ese pastizal es contradictorio.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Tengo miedo

DÍA XLII. DeC.

Leo en la versión digital de Público que Zapatero ha llegado a la conclusión de que "hay que adaptar el mercado laboral" en España. Y siento miedo, mucho miedo, porque resulta que lo ha anunciado en un encuentro con los presidentes de las empresas americanas más importantes que operan en España, organizado por la American Business Council. Un organismo conformado por 53 empresas que representan el siete por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) español y que abarcan prácticamente todos los sectores de la economía nacional, desde la banca como Bank of America, JP Morgan, Citinbank o America Express, a la automoción (Ford, General Motors), pasando por la industria farmacéutica con compañías como Pfizer, Lilly o Johnson. Vamos, que el presidente sabe dónde hablar para que le aplaudan.
Me he imaginado a Díaz Ferrán y a Ordoñez brindando con champán al escuchar que el presidente del Gobierno opina que esa reforma debe pasar por la "flexibilidad en la negociación colectiva". Bueno, me los he imaginado así y descojonados y otros muchas posturas de jolgorio.
Siempre nos quedará la esperanza de que el socialismo de nuestro siglo XXI español apueste por un mercado laboral diferente: una regulación de los salarios por arriba y no por abajo, por ejemplo. Aunque a la vista de lo que ha resultado de los Presupuestos Generales del Estado, alguna duda que otra tengo. Y miedo, sobre todo, miedo.

martes, 6 de octubre de 2009

El gobernador del Banco de España a lo suyo, y El País con él

DÍA XLI. DeC.

Es un extraño juego. Cada vez que Miguel Ángel Fernádez Ordóñez hace unas declaraciones, El País lo cubre. A pesar de que su línea editorial parecería estar lejana a sus pretensiones, ellos le ponen el altavoz, por si acaso quiere decir algo.

Esta vez ha sido, como no, con la reforma laboral. Así titula el periódico: 'Fernández Ordóñez condiciona la salida a la crisis a la reforma laboral'. Ya saben, eso de "dotar a las empresas de la necesaria flexibilidad que les permita aumentar la productividad y los salarios allí donde sea posible (...)". Es decir, que las empresas ganen más y que, si sobra algo, se les de una propinilla a los currelas.

Ahora que El País ya no tiene porqué fingir orgasmos con el Gobierno de Zapatero, pues sus bolsillos no se lo exigen, la máscara queda un poco más al descubierto.
De hecho, ya extrañaba su presunta posición en un periódico que defiende de aquella manera la libertad de expresión (http://diariodelprecario.blogspot.com/2009/05/prostitucion-digno-de-oficio.html).

En algo sí tiene razón Ordóñez: en el caso de la remuneración que recibirá el ex consejero delegado del BBVA, José Ignacio Gorigolzarri (3 millones de euros anuales), se ha cumplido con la transparencia. Ellos lo han contado tal y como es, una sinvergonzonería amoral. Y mientras tanto, el Gobierno sigue haciendo caso omiso de las peticiones que claman por la creación una banca nacional donde los ciudadanos puedan meter su dinero sin miedo a que les roben.