DÍA VII. DeC.
Después de tanta musiquita de anuncio, del tonillo infernal de los niños en la radio, de desbordante champán por la televisión y de las interminables colas de Doña Manolita, al salir del metro he visto a todo el mundo que iba a su curro. Luego, en la cola del paro, alguna que otra cara conocida. De esas que ya te miran para entablar la misma conversación de siempre... que si esto es una mierda, que si lo otro también. Me ha extrañado que nadie pareciese feliz. Como si la lotería no tocase, o algo así.
lunes, 22 de diciembre de 2008
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1 comentario:
Ahhhh
Yo me lo pasé en Soria, currando por el tercer premio. Llegué cuando todo el mundo ya estaba borracho, el suelo lleno de mierda, un frio de pelotas.
En fin, apasionante¡
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